Kikai to yokubō...

[Viene de aquí]

Tampoco contestó nada al escuchar las palabras del otro, caminó en silencio hasta su apartamento que, por suerte, quedaba a unas cuadras de la sala de ensayo.
Apenas llegaron, abrió la puerta del mismo y lo hizo pasar, haciéndole un movimiento con el rostro, como si con eso le dijera que se pusiera cómodo. Cerró la puerta tras de sí, mientras seguía con la mirada al bajista, notando esa curiosidad en sus ojos: - ¿Qué pasa? - inquirió más por decir algo, que por saber en realidad lo que al otro le causaba curiosidad - ¿Qué quieres tomar? Tengo varias bebidas en el refrigerador, pero asumo que seguramente quieras algún tipo de jugo o algo así… será mejor que cuides tu estómago, debe estar débil aún - lo último, por más de que pareciera un reto, en realidad iba en serio, ya que no quería tener que soportar a un Toshiya ebrio, y mucho menos, tener que cuidarlo luego…

- No quiero nada de eso - rechazó el ofrecimiento mirando al otro con seriedad mientras se le acercaba lentamente, como si estuviera tramando algo, pero en realidad, lo suyo era puro instinto: tentado por aquellos labios que había probado la otra noche, y sin poder dejar de pensar en ello en todo momento, ladeó sutilmente el rostro frente al de Kaoru, acortando cada vez más la distancia que lo separaba - Quiero...
Sin embargo, antes de que pudiera siquiera rozar la boca del otro, una voz algo aguda, femenina, llamó el nombre del guitarrista desde un lugar muy cercano, obligándolo a detenerse para tan sólo observar al mayor con recelo.

Al notar las intensiones del otro, debía de admitir que el corazón empezó a acelerarse, aunque nada había hecho para impedir ese acercamiento. Era algo que, muy en el fondo de sí, estaba deseando también, por lo cual, el que Toshiya terminara de acortar esa distancia entre ambos, le facilitaba mucho las cosas. Sin embargo, al escuchar esa voz que provenía de la puerta, lo obligó a girarse en esa dirección, para luego volver a ver el rostro enfadado del bajista.
¿Tanta mala suerte tenía? ¿Por qué justo ese día y a esa hora, cuando estaba en compañía del otro? Ladeó el rostro, totalmente nervioso y fue hasta la puerta, para abrirla lentamente, y salir para encontrarse con la figura femenina que esperaba a un costado de la misma. La charla no duró más de tres minutos, le dijo de forma rápida que se fuera, que no podía verla, a lo que la mujer insistió, pero él entró en el apartamento.
Cuando estuvo frente al otro, no pudo sostenerle la mirada por mucho tiempo, no tenía excusas ni nada que decir a su favor, aunque no tenía que darle explicaciones al otro, sabía que aquello terminaba por dejar las cosas mucho peor de lo que ya estaban.

- Quiero verla - dijo mientras se acercaba hacia la puerta - Quiero verle la cara - "a esa maldita", omitió. Sin embargo, la mujer aparentemente ya se había marchado, y él no pudo hacer más que volverse hacia Kaoru: - ¿De dónde salió? ¿Cuánto hace exactamente que estás con ella? - lo bombardeó a preguntas, algunas de las cuales ya había formulado la noche anterior - ¿Por qué vino? ¿Qué quería? - siguió luego con lo que era más importante de momento - ¿Qué le dijiste para que se fuera tan rápido? Dios mío... - resopló mientras echaba hacia atrás la cabeza, presionando el tabique de su nariz con dos dedos, manteniendo su otra mano en la cintura, mientras se reprochaba a sí mismo con un susurro: - ¿En qué mierda estaba pensando...?

Se giró con brusquedad hacia la puerta en cuanto lo vio avanzar, no tenía el por qué actuar de esa forma, pero no quería que Toshiya se encontrara con ella. No era alguien importante, ya se lo había explicado con anterioridad.
- ¡Ya te lo dije! - gruñó sin querer, tal era la frustración que sentía, que eso hacía mella en su voz, dando por resultado, un tono por demás tosco e irritado - No lo sé, supongo que quería verme, ¡qué mierda importa eso ahora! Esa mujer y yo no tenemos absolutamente nada que ver, hace tiempo ya que dejé de frecuentarla… - explicó, sentándose en uno de los sofás de la sala, mientras llevaba una de sus manos a su frente - ¿Qué más puedo hacer? Te juro que no sé qué más decirte, esa es la verdad…

Permaneció unos momentos en silencio, tan sólo contemplando sus facciones, sus gestos, adoptando él mismo una expresión comprensiva.
- Te creo - habló finalmente y con suavidad - No sé por qué ni cómo, pero te creo - abrió los brazos poco a poco, y se aproximó hasta que pudo abrazarlo delicadamente - Perdóname, no sé por qué hago todo esto - "por celos", su voz interior indicaba. Sin embargo, no era capaz de decirlo abiertamente; apenas de admitirlo para sí mismo - Sé que no debería, pero es algo que simplemente no puedo evitar...

- ¿Qué te molesta, Toshiya? - dijo mientras lo abrazaba con firmeza - Lo que haga con mi vida no es algo por lo que tú tengas que preocuparte. Eres mi compañero de banda, pero no por eso puedes ponerte así por algo que es de mi vida privada y que no tendría por qué importarte… o enojarte - susurró contra su oído, para luego dejar un pequeño beso contra su mejilla: - ¿Son celos acaso…? - preguntó mientras iba dejando un par de besos más sobre su rostro, hasta llegar a la comisura de los labios y detenerse allí.

Soltó algunos gemidos al recibir aquellos besos, empezando a anhelar cada vez más, por lo que luego no fue capaz de aceptar que el otro parara justo frente a su boca. Así que, sin decir una palabra, aprovechó que la distancia entre ellos aún era muy corta y, sin pensarlo, besó a Kaoru casi de manera desaforada, metiendo las manos por debajo de su ropa y estirándola como con intención de quitarla, apretándolo contra él con sus brazos que de repente habían rodeado por completo el cuerpo del guitarrista, empujándolo poco a poco hacia la pared más cercana.