por Sono Miér 1 Jun - 17:13
Me encontraba en casa sin nada que hacer. Aquel día no me tocaba trabajar y era algo de agradecer la verdad, no me sentía como para ello. El día transcurría lento y eso que era solo de mañana. Rabia despertado por un mal sueño y peor había sido mi despertar porque se me olvido cerrar la persiana el día anterior y sentí como si la luz solar fuera a perforar mis ojos cuando los abrí. Me deje caer de nuevo sobre la cama, bocabajo, suspirando. Que podía hacer aquel día aparte de estar apalancado en el sillón viendo la tele?
Me levante a desayunar con algo de pereza. Me prepare un café bien cargado y me lo tome junto a varias galletas. Por costumbre no solía desayunar muy fuerte ya que luego me hacia mal. Lave todos los trastos y me dirigí a hacer la cama echándome de nuevo sobre ella. De pronto el móvil comenzó a vibrar sobre la mesilla de noche aunque me entere tarde ya que al cogerlo, colgaron. Deje de nuevo el móvil en su lugar hasta que de nuevo vibro. Esta vez llegue a tiempo y conteste después de aclararme la voz.
- Si?... A, eres tu, si, si te recuerdo tranquilo.
Era aquel chico que conocí el día pasado. Extrañamente me alegre de oír su voz fue lo único que me había alegrado el día y mira tu por donde me pidió ayuda para su nuevo tema, perfecto!
- Claro, dime donde quedamos y a que hora. Iré con gusto a ayudarte.